domingo, noviembre 30, 2008

en la calle

Mientras hablaba por teléfono iba caminando abstraída, pisando el bordillo, cayendo a veces del lado del asfalto para volver de un salto a la acera. Como si quisiera mostrarnos que su conversación, lo que allí se decía entre largas pausas y monosílabos cortantes, con labios incrédulos, pendía literalmente de un hilo.

3 comentarios:

  1. Espero que todos estos minirelatos, aforismos, pensamientos breves pero intensos y con cuerpo vean la luz en algún libro para poder disfrutar de ellos en su conjunto y poder visitarlos de vez en cuando. Un abrazo

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  2. Me ha recordado a algo que hace algún tiempo leí, un artículo de Pérez-Reverte en el que contaba cómo la gente del tren (?) gritaba a voces por el móvil y a él le miraban raro cuando susurraba para no molestar como diciendo qué tendrá que ocultar. Cosas de la vida moderna, supongo.

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  3. Supongo que algún día, Oscar. Tampoco hay prisa, al menos en mi caso. Lo que tenga que ser, será. Pero te agradezco los ánimos.

    Hola y bienvenido, Bydiox, sí, en nuestro mundo la discreción parece sospechosa, una forma de la ocultación. Está bien esa idea. J12

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