Me pregunto si entre aquellos que construyen su holgada, segura y rectilínea vida académica sobre la de un escritor que vivió inmerso en la miseria y la desesperación, habrá uno solo que se avergüence.
Elias Canetti, La provincia del hombre, nota de 1967
Los eruditos
Calvas cabezas olvidadas de sus pecados,
viejas, doctas y calvas cabezas respetables
editan y comentan las estrofas
que jóvenes poetas, echados en sus camas,
rimaron con amor desesperado
halagando el oído ignorante de la belleza.
Todos bajan la voz y tosen tinta;
todos gastan la alfombra con sus pasos;
todos conocen al vecino de su vecino
y piensan lo que piensa el otro.
Oh Señor, ¿qué dirían
si su Catulo caminara así?
W. B. Yeats, Los cisnes salvajes de Coole (1917), trad. J.D.
AMA AL CISNE SALVAJE (Luis Rogelio Nogueras)
ResponderEliminarama tus ojos que pueden ver
tu mente que puede oír
la música, el trueno de las alas
ama al cisne salvaje.
ROBINSON JEFFERS
No intentes posar tus manos sobre su inocente
cuello (hasta la más suave caricia le parecería el brutal manejo del verdugo).
No intentes susurrarle tu amor o tus penas
(tu voz lo asustaría como un trueno en mitad de la noche).
No remuevas el agua de la laguna no respires.
Para ser tuyo tendría que morir.
Confórmate con su salvaje lejanía
con su ajena belleza
(si vuelve la cabeza escóndete entre la hierba).
No rompas el hechizo de esta tarde de verano.
Trágate tu amor imposible.
Amalo libre.
Ama el modo en que ignora que tú existes.
Ama al cisne salvaje.
(Luis Rogelio Nogueras. "Nada del otro mundo" Editorial Letras Cubanas, 1988.)
Cuando leí la alusión al "cisne salvaje", no pude más que recordar este poema del fallecido Nogueras, a quien nombré en mi comunicación anterior.
Espero disfrutes del poema, tanto como yo lo hago con todo lo que aparece publicado en el blog.
Muchas gracias.
Desde Argentina,
Gabriela.
Esta tarde estuve leyendo a Robert Lowell. Me detuve, precisamente, en algo que dijo en 1960 cuando recibió el National Book Award:
ResponderEliminarEn la actualidad dos tipos de poesía están compitiendo, la “cocida” y la “cruda”. La primera, magníficamente experta, parece a veces que haya sido concebida para su consumo y digestión en un seminario de doctorandos. La segunda, enormes pedazos sangrantes de experiencia sin condimentar, que se preparan y sirven a oyentes de media noche. Hay una poesía que sólo se puede estudiar y otra que sólo se puede declamar; una poesía para la pedantería y otra para el escándalo.
Pues eso...
Enhorabuena por su página,
SDUC
Hola, Gabriela. Precisamente en un libro de John Gray (un ensayo admirable, "Perros de paja", lo encontraréis en Paidós) no paro de encontrarme citas de Robinson Jeffers--tan espléndidas como la que compartes con nosotros. Debo buscar más cosas suyas. El poema de Nogueras es espléndido, me recuerda mucho, y para bien, otro espléndido de Yeats: Leda y el cisne. Gracias de verdad por los poemas.
ResponderEliminarSolo dirás una cosa, pero está muy bien dicha. Lo bueno del comentario de Lowell es que él mismo estaba haciendo autocrítica, porque su primera poesía, o al menos eso creía él, está espléndidamente cocinada y da un juego inmenso a los críticos. Luego, con "Life Studies", cambia de registro y hace una no menos espléndida poesía "cruda".
De todos modos, Canetti exagera. Tampoco hace falta avergonzarse por estudiar a Villon, a Chatterton o a Rimbaud... Simplemente, supongo, no perder la perspectiva. Lo ideal sería que la lectura se hiciera cada vez más certera sin perder frescura. Saludos.
A mí me pasa con Mozart, siempre termino pensando:"el pobre Wolfli no tenía amigos"
ResponderEliminarTodo nutre en mayor o menor medida y todo enseña para imitar o desmarcarse. Me gusta leer poesía, hace que mis tallas se encojan. Un abrazo, como siempre, y gracias por tu blog.
ResponderEliminarÉste es de mis preferidos de Yeats, y qué felicidad revisitarlo en tu versión, magnífica, poesía castellana con todo derecho. Todo un regalo. Un abrazo, Jordi, y lo mejor de lo mejor para el 2009
ResponderEliminarQué alegría veros a todos por aquí. Muchas gracias. Que tengáis, que tengamos, un muy feliz 2009. Yo lo espero escuchando a Otis Redding...
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