jueves, febrero 26, 2009

días y nuevas

Días que se engarzan unos con otros como el agua de olas sucesivas, con sus vaivenes y corrientes y crestas de espuma súbita donde crujen las fuerzas contrapuestas del flujo y el reflujo, el sí y el no.

*

Periódicos como gaviotas rebuscando en la basura de cada día, chillando sin cesar con alas desplegadas, golpeándose rabiosas por su poco de alimento. Esa escandalera.

10 comentarios:

  1. El bautizo de "Síntomas"!! Allí quiero estar...

    ResponderEliminar
  2. Acabo de leer tu ensayo-artículo en Poesía hispánica contemporánea. Certero, preciso y muy revelador. Es de agradecer cómo pones el dedo en la llaga y desbaratas los discursos impostados.

    ¡Muchas gracias!

    (y veo a Luna por aquí: decididamente, la blogosfera es un lugar muy pequeño)

    ResponderEliminar
  3. Gracias, Stalker. Hablas de un trabajo antiguo, de hace cinco años más o menos. La mala noticia es que las cosas no han cambiado mucho, ¿o sí? En cualquier caso, te lo agradezco de veras. Un abrazo, J12

    ResponderEliminar
  4. Las cosas no han cambiado mucho, Jordi, en efecto.

    Pero lo triste es comprobar que todo sigue rigiéndose por clanes tribales y rencillas insuperables, y que incluso los mejores poetas (hablemos, si quieres, del círculo de Gamoneda y afines) caen en esas prácticas, favoritismos, amiguismos, más a menudo de lo que sería deseable.

    en fin, salud y poesía

    ResponderEliminar
  5. Hola Stalker, con el tiempo uno aprende que sólo puede hablar por sí mismo y trata de poder responder al menos de sus actos. Ese texto que mencionas estaba dictado menos por el impulso de defender esta o aquella opción estética (aunque mis gustos han quedado bastante claros a lo largo del tiempo, me parece) que por la repugnancia que me produce el espectáculo del poder ejercido sin contrapesos ni escrúpulos de ningún tipo.

    También es verdad que desde el momento en que se establecen relaciones personales se crear vínculos de simpatía mutua, de amistad, de complicidad. Eso es inevitable. A veces, desde fuera, esos vínculos se entienden como connivencias mafiosas, etc. A veces lo son y a veces no. Depende del grado de escrúpulo y vigilancia interna que uno ejerza sobre sí mismo y sobre sus más cercanos.

    Un saludo, J12

    ResponderEliminar
  6. Tienes razón, Jordi. Se agradece tu visión y tu perspicacia, que comparto.

    De tu artículo me impresionó mucho el ejemplo de aquella falseada traducción de Dickinson que tanto deleitó a un poeta, como señalas, más que conservador en estos pagos. Me pareció muy fino tu análisis y las conclusiones que extraes: ¡Cuántos de los que ahora reverencian a un Eliot no lo habrían calumniado si hubieran sido contemporáneos suyos!

    Lástimosa la pobre capacidad de juicio que lleva a exaltar lo ajeno (ajeno en el tiempo y en el espacio) y a erosionar lo propio (quizá por el miedo a que nos usurpen el espacio mediático, quién sabe).

    Lo que es más que nunca necesario es la labor que contadas personas como tú hacéis: por ejemplo, en el programa de poesía de Radio Círculo. Entiendo que ese, y otros pocos, son espacios de resistencia, casi de trinchera.

    Salud

    ResponderEliminar
  7. Hola Jordi, derivando un poco llego a este blog y la verdad es que me gustaría leer el ensayo que alude Stalker. ¿Podrías decirme el link en el que puedo leerlo?

    Gracias y un saludo,
    Arturo

    ResponderEliminar
  8. Hola, Arturo, gracias por pasarte. No creo que puedas encontrar ese artículo en la red, al menos yo no tengo constancia de ello. Está en "Poesía hispánica contemporánea", publicado por Galaxia Gutenberg en 2005 y coordinado por Andrés Sánchez Robayna y yo mismo.

    Al hilo de tu comentario, se me ocurre que tal vez no fuera mala idea ir colgando, de vez en cuando, pdfs con artículos que se publicaron en papel hace tiempo.

    ResponderEliminar
  9. Claro que sí, es una forma de dar a conocer algunas ideas... que de otra manera se convierten en letra muerta. Por mi parte, seguro que los leería.

    ResponderEliminar