jueves, marzo 12, 2009

el convicto

La casa estaba llena de puertas y habría podido escapar fácilmente. Pero no paraba de escribir y todo lo tapiaba con palabras.

4 comentarios:

  1. Me parecen esclarecedoras y a la vez entretenidas estas pequeñas prosas que para mi resultan estar entre el cuento y el aforismo. Gracias de nuevo.

    Saludos.

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  2. Gracias, Sergio. Eres muy generoso. Saludos, J12

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  3. Yo de lo que me alegro es de que no hayas perdido la emoción y la pulsión de escribir, Jordi. Es importante. Un fuerte abrazo.

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  4. Eso jamás, Vicente, ya lo sabes. Aunque no sé si es importante. Con que lo sea para uno... Un abrazo grande, J12

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