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Me habla con desdén mal disimulado de un colega común. Es débil, sentencia, no ha sabido aguantar la presión. Para estar aquí hay que saber tragar, tomar distancia. Sólo le ha faltado añadir que para hacer una tortilla es preciso romper huevos. Todos sus argumentos, por llamarlos de alguna forma, iban en esa dirección. No se le ha ocurrido que esa presunta fragilidad era el lugar del que nuestro colega saca su fuerza diariamente: el esqueleto que lo sostiene, por inestable que sea, el cayado que le permite caminar sin extraviarse ni perder de vista su propio horizonte. Un horizonte ralo, tal vez, una raya modesta, pero que le define, y nos consuela y acompaña, mucho mejor que la dispersión y la opulencia de los grandes negociadores mundanos.
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Fuerzas de flaqueza. Por ralo que sea el horizonte. Democracia real ya. Un abrazo, Jordi, y bien grande. Estoy emocionada, desde mi pequeñísimo horizonte, con lo que está pasando.
ResponderEliminarComo para no estarlo, Índigo. Compartimos la emoción. Abrazo, J12
ResponderEliminarEsta vez sí. Pocas oportunidades habrá como ésta y hay que aprovecharla como sea.
ResponderEliminarAhora mismo me voy para Sol...! Abrazo, J12
ResponderEliminarFelicidades por su número quinientos.No le suelo dejar comentarios apenas, lo mismo me recuerda de haberle elogiado su labor otra vez; pero su bitácora es una de las que más visito por no decir de las contadas con tres dedos, siempre para conocer a esos poetas desconocidos para mí y leer esos poemas, con sus introduciones e historia, que usted tan generosamente traduce y comparte aquí(no sólo es suyo el agradecimiento) junto con el género que usted también destila.Lo dicho, siga usted con otros 500.Saludos.
ResponderEliminarFrancisco
Muy felices 501 y gracias por "La autopsia"de Elytis, la sigo disfrutando ¡y lo que me queda!.
ResponderEliminarBesos