A decir verdad, sólo
deberíamos escribir cuando nuestra temperatura de ebullición coincide,
milagrosamente, con la de congelamiento.
BITÁCORA DE JORDI DOCE. Mis últimos poemarios son En la rueda de las apariciones. Poemas 1990-2019 (Ars Poetica, 2019) y No estábamos allí (Pre-Textos, 2016). Además de traducir la poesía de William Blake, Anne Carson, T.S. Eliot y Charles Simic, entre otros, he publicado los cuadernos Hormigas blancas y Perros en la playa, y los libros de artículos y de crítica Imán y desafío, Curvas de nivel y Las formas disconformes. He reunido mis versiones de poesía en Libro de los otros (Trea, 2018).
viernes, agosto 31, 2012
martes, agosto 28, 2012
ortega, burnside, nayagua
El
poeta y crítico Antonio Ortega ha publicado en el último número de la revista Nayagua (el 17) esta modélica reseña de Conjeturas y esperanza, de John Burnside,
en la que ensaya algo que agradezco profundamente como lector: establecer
correspondencias y relaciones con otras poéticas, españolas o extranjeras. La
referencia, por ejemplo, a los «espectros de Brocken» que Juan Carlos Suñén invoca
en su último libro es algo que no se me habría pasado por la cabeza y que sin
embargo, leído ahora, me parece de lo más sugerente.
El
nuevo número de Nayagua –que salió a
mediados de julio y que quizá, por aquello de que es verano, ha pasado un poco
desapercibido– se puede leer íntegramente en la página web de la Fundación José
Hierro, aquí. No os lo perdáis, porque no tiene desperdicio. Aunque echo de
menos, qué remedio, los tiempos en que salía impresa en papel. El pdf es más
ecológico/económico, pero no se puede abrir con las manos y eso, para un
antiguo como yo, sigue siendo una limitación.
Par
leer cada una de las cuatro páginas de la reseña, basta con pulsar sobre la imagen correspondiente (lo mejor es apretar el botón derecho del ratón y pedir que la imagen aparezca en una nueva pestaña del navegador).
domingo, agosto 26, 2012
words, words, words
Sí, sus palabras caen siempre de pie, pero no saben caminar.
Imposible encontrar el
libro que buscaba. Llegó lejos.
Desde que repudió
ciertas palabras es más feliz.
Una raza de acróbatas que
por zancos llevara lápices.
Palabras y más palabras
como filas de hormigas. Como te descuides, acabarás bajo tierra.
viernes, agosto 24, 2012
george gömöri / poema
©
Photospain
Hace
unos días, en concreto el domingo pasado (19 de agosto), se celebró de nuevo el
aniversario de la muerte de Federico García Lorca. Este año he tenido la fecha
un poco más presente, si cabe, porque a finales de julio dediqué unos días a
revisar mis papeles y entre los poemas que he traducido esta primavera hay uno,
del poeta y traductor húngaro George Gömöri (1934), que llora justamente la muerte del poeta español. Un hermoso poema titulado «Camino
del alba», en el que se rehace con la imaginación el camino que tomó García Lorca antes de ser
ejecutado.
Los
lectores conocemos a Gömöri sobre todo
como traductor al inglés, junto al gran Clive Wilmer, de algunos nombres
fundamentales de la poesía húngara contemporánea: Miklós Radnóti, que murió en
1944 camino de un campo de concentración nazi; János Pilinsky, a quien
también tradujo Ted Hughes en los años setenta (y de quien di una pequeña muestra a comienzos de año); o György Petri, de
origen judío, uno de los intelectuales más activos de la disidencia antisoviética. Hago
hincapié en estos detalles porque el poema a García Lorca incluye una frase
alemana –una frase terrible: Der springt
noch auf– que Gömöri toma precisamente de un poema de Radnóti, uno de los
poemas-postales que el húngaro escribió durante sus últimos días de vida y en el
que relata con precisión de cirujano cómo soldados alemanes rematan a un
compañero de marcha. La frase viene a decir algo así como «ese sigue
moviéndose» y Gömöri la transfiere a tierras españolas para establecer un
paralelismo simbólico entre las dos víctimas de la violencia fascista.
No
sé húngaro, pero me he atrevido a traducir el poema porque la versión inglesa,
traducida por Clive Wilmer y el propio Gömöri, es lo más parecido a la voluntad
última del autor de que dispongo. Y porque las traducciones que ambos han realizado desde finales de los años setenta forman parte ya del sistema circulatorio de la poesía británica; toda
una lección de verdad y exigencia y belleza austera que, al menos a mí, no deja de conmoverme.
Lorca, camino
del alba
En
el camino de Víznar a Alfacar
se
levanta la Fuente de las Lágrimas
o
Fuente Grande, como se llamaba en tiempos de los árabes…
No
está muy lejos de Granada
pero
cerca de las aguas del Leteo. Fue a este lugar
adonde
el pelotón de fusilamiento, al alba, trajo a los prisioneros.
Federico,
para su desgracia, sobrevivió a la primera descarga.
También
aquí se oyó gritar en español Der springt
noch auf
y
unos cuantos cartuchos más se vaciaron sobre su cuerpo.
¿Una
fosa común? No, pero sí compartida
con
el maestro de la pata de palo y el torero
a
quien nunca se vio en la iglesia y que más de una vez
ofendía
a los curas de palabra.
Noches
cegadoras, noches escurridas de sangre.
Cuando
el sol de verano se elevó sobre Víznar
el
cantor de romances había desaparecido de la tierra.
trad.
J. D.
(a
partir de la traducción inglesa de Clive Wilmer y el autor, George Gömöri)