domingo, octubre 07, 2012

estaciones 3 y 4





3

Las cosas que te dicen
son muy sensatas, pero
no te interesan,
están muy lejos de ayudarte,
y sólo
por respeto te paras a escucharles,
sin impaciencia,
mientras hundes el pie entre malentendidos
y el silencio prospera
como un tumor en la garganta, tienes
razón, no lo había pensado,
y el paso fiel, el ojo acuoso.


4

Desiertos de los días, demonios de mis noches,
decidme,
¿qué fue de la materia que fue vida,
en qué acabaron
la sangre y su latido, el agua
crispada del deseo?
Ya no quedan preguntas,
tan sólo una insistencia muda,
como el dormir,
y la niña que el tiempo no ha disuelto
jugando
con la noche, con los demonios, consigo misma.


5 comentarios:

  1. Me ha encantado. Mejor dicho, me ha emocionado.

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  2. Gracias por tu lectura, Amando. Un saludo, J12

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  3. una pregunta, la niña que juega con su noche, con sus demonios, con sigo misma, lo hace en el desierto, o el desierto es si misma, sus días?

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  4. Está todo en el poema, anónimo. Quizá las dos cosas a la vez. Un abrazo, J12

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  5. Hoy me quedo con las dos estaciones... con tu permiso.

    Abrazo.

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