Caminó sobre sus propias palabras hasta llegar al principio.
Habla como si las palabras se deslizaran por la
alfombra roja de su lengua.
Reprimo de tal modo mis ganas de aplaudir que he dejado de oírle.
Reprimo de tal modo mis ganas de aplaudir que he dejado de oírle.
Cosas que solo muestran su genuino valor al
cubrirse de polvo.
Se saca el corazón y lo pone a volar igual que
una cometa.
Buenos aforismos. El primero, además, es una consigna palindrómica de pura raza (como los caballos que corren bien en todos los hipódromos y en ambas direcciones). Me parece que el maestro Filloy se la hubiera apropiado con gusto.
ResponderEliminarGracias, Alfredo, me alegra saberte ahí, al otro lado de la pantalla. Muy felices fiestas! j12
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