Huésped
Los cisnes han anidado
en mi cuero cabelludo.
Cuando sale el sol, siento
cómo corren
para levantar el vuelo,
pulcros como renacuajos,
hurgando en mi córtex
con las patas palmeadas.
Mordisquean la maleza
desde el tallo. Cuando se aman,
me dejo el cabello suelto y ellos lo levantan
desde el folículo y le dan forma de nido.
Cuando se aparean, siento un cosquilleo en la
nuca.
Este verano voy con cuidado,
los huevos incuban en mi cerebro.
•
Host
Swans
have nested
beneath
my scalp.
Mornings
I feel them
running
for take-off,
neat as
tadpoles, webbed feet
sticking
my cortex. They nibble weeds
from the
stem. When they love,
I wear my
hair loose and they lift it
from the
follicle, pull it in for nests.
When they
mate, my nape tingles.
This
summer I walk carefully,
my brain
full of eggs.
Hace algunos meses –en realidad,
el verano pasado–, la revista murciana La Galla Ciencia me invitó a colaborar en un número especial que versaría,
literalmente, «sobre poetas vivos que traducen a poetas vivos». La idea, en fin, era traducir
un poema inédito de un autor extranjero que siguiera vivito y coleando... La
propuesta coincidió en el tiempo con la lectura del último número hasta entonces
de la revista inglesa Shearsman, en
cuyas páginas descubrí un breve poema que me puse a traducir casi sobre la
marcha, improvisando un primer borrador al margen mientras lo leía y consultaba
algunos términos en el diccionario. Fue una reacción instintiva, la sensación
de que aquel poema me pedía una respuesta inmediata. Sucede pocas veces, pero
cuando lo hace resulta muy gratificante. Y me quedé con la idea de que los
versos se traducían solos, en realidad, como algo que hacemos en sueños.
El poema era este «Host» [Huésped], y su autora –como descubrí poco
después– era una jovencísima escritora londinense, Kiran Millwood Hargrave
(Londres, 1990). Kiran vive ahora en Oxford, donde acaba de completar un Máster
en escritura creativa, y tiene una estupenda bitácora en la red. Y es la autora de
una novela juvenil que saldrá este próximo mes de mayo, The Girl of Ink & Stars. Sin embargo, lo que de verdad tengo
ganas de leer son nuevos poemas suyos, y más si son como este: una miniatura tan precisa como delicada. A ver si es
posible.
Sin duda, miniatura deliciosa. Habrá que estar atento al estallido de esos huevos de cisne.
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