.
Cuando uno aprende que escribir una página feliz no da siquiera un minuto de felicidad, que no cambia nada en nosotros ni en quienes nos rodean en relación con nosotros, que no nos hace más sabios ni más ligeros, que su felicidad –la de la página– es autónoma y sólo podrá iluminar a terceros a distancia, sin que nosotros lo sepamos o podamos incluso sospecharlo, cuando uno recibe estos fragmentos de decepción, digo, sobreviene una segunda vida, una calma modesta hecha de espacio libre, de irresponsabilidad, que es como decir de nueva juventud, precisamente porque no se tiene nada, se espera menos, y en este páramo preventivo ya no hay ambiciones que agosten prematuramente el deseo.
‘A Pocket Universe’
-
We lost power again around noon Saturday. No idea when it will be restored.
Here is “The Next Book,” a 1969 poem by James Hayford (Star in the Shed
Windo...
Hace 29 minutos
4 comentarios:
En este espacio libre es probablemente donde todavía es posible ser.
En este espacio libre probablemente es donde todavía es posible ser.
Eso es lo que tiene el escribir. Cuando suena la flauta, la oyen muy poquitos y a a esperar otra vez.
El peor oficio del mundo.
Bueno, los hay mucho peores, José Antonio, y se me ocurren unos cuantos, pero desde luego genera no poca insatisfacción. Saludos, J12
Publicar un comentario