En el original, «What the Chairman Told Tom». El Tom en cuestión es T.S. Eliot, quien, como se sabe, trabajó unos años (los años de escritura de «La tierra baldía») en un departamento del Banco Lloyd's. Este poema de Basil Bunting (1900-1985) no es muy representativo de su trabajo, por lo común más oblicuo y blindado formalmente, lleno de ironía y de una admirable tensión verbal (hay una estupenda edición en Lumen a cargo de Aurelio Major), pero me hace tanta gracia como el primer día. Lo mejor, la forma en que parodia ciertas opiniones y actitudes que, al parecer, son tan eternas como la poesía misma. He intentado actualizarlo un poco para que no pierda un ápice de su tono amargamente sarcástico (redundancia: todo sarcasmo es, por definición, amargo).
¿La poesía? Un hobby.
Yo colecciono trenes de juguete.
Y ese de ahí, Martínez, tiene un palomar.
No es un trabajo. No se suda.
Nadie te paga por hacerlo.
¿Por qué no anuncia un gel de baño?
La ópera, eso es arte. O un musical…
Cats, por ejemplo.
Mi mujer cantó en el coro.
Pero pedirme mil quinientos al mes…
Está casado, ¿verdad?
Ya le vale.
¿Con qué cara me enfrento
al chofer de la empresa
si le pago a usted mil quinientos?
¿Y cómo sé que es poesía?
Mi hijo tiene diez años
y al menos sabe rimar.
Gano un kilo al mes sin contar primas,
más coche y dietas,
y eso siendo contable.
Lo que yo digo en mi empresa
va a misa.
¿A qué no puede decir lo mismo?
Que si una palabra aquí, otra allá…
La verdad, no es sano.
Sólo estar con un poeta me da picores.
Unos impresentables, eso es lo que son,
unos rojos y unos yonquis.
Lo que escriben apesta.
Lo dice mi sobrino, y algo debe saber,
da clases en un instituto.
Haga el favor de buscarse un trabajo.
El original, aquí.
Es un poema estupendo, Jordi. Voy a buscar el texto original en inglés, aunque tu versión es muy divertida y, conociéndote, seguro que muy próxima al espíritu del texto... Lástima que sea tan actual...
ResponderEliminarGracias, José Luis. Lo encontrarás fácilmente (mañana incorporo un enlace para otros posibles lectores). Realmente, cambié muy pocas pocas, simplemente algunas referencias que lo acercaran a nuestro presente. Abrazo.
ResponderEliminarPero si este santo varón está en lo cierto, a quién se le ocurriría contradecirle. Los poetas, esos bichos raros...
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