miércoles, octubre 21, 2009

umberto eco / entrevista

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Foto: Eva Sala


Contra las supersticiones. Acostumbrado a la fuerza y la calidez del icono, sorprende enfrentarse a un Umberto Eco (Alessandria, Piamonte, 1932) sin su consabida barba y su sombrero, aferrado a un bastón que hace las veces de ancla o de estilete con el que subrayar cada giro de la conversación, cada vuelta del pensamiento. La rueda de prensa ha terminado con más retraso del previsto y se adivina cierta impaciencia en sus maneras, pero pronto las bromas y el afán por compartir anécdotas significativas introducen cordialidad en sus palabras. Eco está en el Círculo de Bellas Artes para recoger la Medalla de Oro que ha recibido por una vida de intensa actividad intelectual y aportaciones sustantivas en el campo de la semiótica, la crítica literaria, el debate de ideas y la creación literaria.

JD: El título de su último libro de artículos, A paso de cangrejo, es explícitamente pesimista y enlaza con un viejo ensayo titulado «Hacia una nueva Edad Media» en el que, apoyándose en un estudio de Roberto Vacca, venía a establecer que ciertos rasgos de la sociedad tecnológica parecen preludiar una nueva Edad oscura (aunque ya entonces aclaraba que la presunta oscuridad de la Edad Media es un mito interesado de la mente renacentista). Uno de los pilares básicos de este paralelismo es el que se establece entre la Pax romana y la Pax norteamericana. ¿Llevaríamos esta idea demasiado lejos, en un sentido simplista, equiparando el ataque del 11-S con el Saqueo de Roma por Alarico en el 410 d. C.? Después de todo, el imperio está ahora en manos de un presidente que ya no pertenece a la gens patricia, que no es un romano/americano de pura cepa. Y los ejércitos que combaten en Irak o en Afganistán, como los que combatían en Vietnam, son ejércitos de bárbaros, incluso de mercenarios reclutados por empresas de seguridad.

Al mismo tiempo, otros fenómenos señalados por Vacca, como la vietnamización del territorio (edificios privados protegidos por empresas de seguridad, barrios convertidos en ghettos, aislados como las «comarcas» medievales) o el neonomadismo (es más fácil viajar de Nueva York a Roma que de Barcelona a Jaén, por poner un ejemplo) han cobrado un vigor significativo.

Umberto Eco: Después de haber escrito el artículo, soy poco dado a decir que haya un paralelismo entre nuestro tiempo y la Edad Media. Cuando aquella discusión tuvo lugar hallé paralelismos, pero ahora respondo siempre que por cien euros encuentro paralelismos entre nuestra época y la de los neandertales, o entre nuestro tiempo y la sociedad minoica… Lo que sea. Sin embargo, algunos de aquellos fenómenos que señalaba entonces siguen desarrollándose, siguen teniendo vigencia. Así, por ejemplo, el hecho de que la alta burguesía viva, a todos los efectos, aislada en castillos blindados con guardianes que los protegen. Esto es verdad, se ha acentuado el aislamiento de los barrios ricos respecto de los pobres...



[Así comienza la entrevista que le hice a Umberto Eco el pasado mes de mayo en el Círculo de Bellas Artes y que acaba de ver la luz en el número 12 de la revista Minerva. Un encuentro rápido, poco más de treinta minutos -los que tuve entre el final de la rueda de prensa y el comienzo de su almuerzo- en los que traté de repasar algunas de sus ideas en clave contemporánea. Sospecho que no lo conseguí. Podéis leer la entrevista íntegra aquí.]

4 comentarios:

  1. Se nota que preparaste muy bien la entrevista, y que Eco no estaba muy dicharachero. Aún así, hay apuntes de interés, como su percepción del papel de la red y cierta desmitificación de los e-books y otras tecnologías (actitud que, por cierto, tanto cabrea a Vicente Luis Mora). Siento curiosidad por saber en qué idioma hablásteis, supongo que en italiano... Me intriga saber de dónde proviene el "guardia civil" que anda por el principio de la conversación. Gracias por compartir el texto.

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  2. Gracias por tu comprensión y tus ánimos, Alfredo. Sí, en efecto, Eco no estaba muy animado, no me hizo mucho "eco", y yo quizá, llevado por la ansiedad, preparé demasiado la entrevista, de tal forma que las preguntas ya en cierto modo contenían un asomo de respuesta. Son preguntas "tendenciosas" en el sentido literal del término.

    Hablamos, o yo al menos me expresé, en "etañol", según la inspirada expresión del poeta Roberto Mussapi. Él me contestó siempre en un perfecto italiano aunque con algunos guiños en español. En fin, fue curioso estar ante un icono, alguien a quien uno ha leído con intensidad, y también un poco inquietante. Abrazo; j12

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  3. Supongo, Jordi, que ese "etañol" será "itañol", ¿no?, que lo otro suena más bien a jerga propia de los bárbaros del Norte.

    AJR

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  4. Sí, errata al canto. Gracias por señalarla. Abrazo, j12

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