Estar junto a la puerta mientras se dice adiós a los amigos. Dentro, la mesa con las copas destempladas, el súbito repliegue, los vestigios de vino en el mantel. Parada y fonda. Unas pocas palabras en desorden contra el ancho silencio de la tierra. Y la noche, la mano fría de la noche como un trapo contra la cara, la frente que respira.
Que todo se detenga ahora, en este instante, que todo sea una vez más lo que somos, lo que no somos: esa blanda ronquera después de las palabras y el alcohol, la luz junto a la puerta, a punto de apagarse.
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Hermoso reencuentro con los amigos, Jordi.
ResponderEliminar¿Qué más se puede pedir? Vino y conversación, un hasta luego frente a la noche.
Ya echaba de menos tus palabras.
Un abrazo.
Elías
Eventualmente recuerdo cuando viniste a Lima y leímos Fild Mice de John Burnside, más luego su versión en castellano, tu traducción.
ResponderEliminark.
Una alegría saberos por aquí, Elías y Kety. Ah, k., el poema de Burnside anda por algún lado de este blog, si lo quieres releer. Elías, yo también echaba de menos esta página, pero necesitaba un descanso! Abrazos, J12
ResponderEliminarWelcome back! Se te echaba de menos pero el descanso seguro que ha merecido la pena y te tendremos por aquí, más y mejor, aunque sea con una copa de buen vino imaginaria. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, azul. Sí, me tomé unas semanas de descanso, cuatro exactamente, necesitaba un paréntesis de tranquilidad para volver al blog con fuerzas renovadas. Gracias una vez más por estar ahí, J12
ResponderEliminarHola Jordi! Me alegro mucho de leerte, precioso "reencuentro".
ResponderEliminarUn beso
PD: Me quedé con ganas de leer lo de la madurez...
Y sentir lo que lees como si fueran tus propias palabras que no has sabido decir.
ResponderEliminarLeerte es un placer.
Gracias, May, Isabel, realmente sois muy amables. Bonito reencuentro, sí.
ResponderEliminar¿La madurez? Ni siquiera sé muy bien en qué consiste...
Abrazos, j12
A estas alturas, pareciera que cada uno de tus textos, me lleva a un poema del cubano Nogueras...
ResponderEliminarCUMPLEAÑOS
Y es como si no hubiese venido nadie. Eliseo Diego
"Pasa la fiesta. En la sala vacía hay huellas
de pies
y un olor a cosa radiante que se ha ido, a música apagada,
a mujeres que se han ido oliendo a ponche,
riendo en los ómnibus del amanecer.
Es el minuto en el que sólo queda espuma en los
vasos amontonados en el fregadero,
colillas marcadas con creyón de labios en los
rincones,
y la carne durmiendo en las fuentes,
y las menudas cortezas de pan adheridas al
mantel húmedo.
Todo está en desorden.
Pasó la fiesta. Sólo se oye el rumor del polvo
que cae desde los retratos colgados en la
oscuridad;
sólo se oye el goteo incesante de la vida que
continúa,
piedra sobre piedra,
hasta el final."
17,XI, 68
Gracias por tu regreso! Se te extrañaba por aquí!
Desde Argentina,
Gaby.
Profundamente hermoso, sencillo, melancólico, me dejo envolver y lo agradezco...
ResponderEliminarOphir