la carretilla roja
tanto depende
de una
carretilla
roja
laqueada de
gotas de lluvia
junto a las gallinas
blancas
Me he comido
las ciruelas
que había en
la nevera
y que
seguramente
guardabas
para el desayuno
Perdóname
estaban deliciosas
tan dulces
y tan frías
Trad. J. D.
Las ciruelas. Me recuerdan el verano. Leve. Suave. Directo. Lento. Como la carretilla. Y los colores: el rojo, laqueado de gotas de lluvia, aún más rojo (precioso ese "laqueado"). Y este poema y William Carlos William me recuerdan otros veranos, de hace algún tiempo ya. Gracias por hacérmelos rememorar, con esta versión tuya. Un abrazo.
ResponderEliminarsiempre una delicia pasarme por aquí.
ResponderEliminarsaludos.
j.
Hola, muy interesante el articulo, muchos saludos desde Chile!
ResponderEliminarMe encanta William Carlos Williams y estos dos poemas se encuentran entre mis favoritos. Buena elección.
ResponderEliminar