.
Sabía ver el mundo como si no estuviera en él.
Olvido, indiferencia, estas eran sus señas.
También piedad, a veces, una extraña ternura.
El piloto parpadeaba a ratos, con desgana.
No era cosa que debiera inquietarle.
Según el plan en curso, sobraban las urgencias.
Sin embargo, sentía un eco de los antiguos vínculos.
Algo se removía a tientas allá dentro.
Corrigió una palabra de su informe y se puso a esperar.
Siguió esperando mientras la Tierra giraba.
Si las piezas debían encajar, él no veía cómo.
.
[pausa e criação, silêncio e palavra na reinvenção do mundo,
ResponderEliminardentro da mão!]
um abraço,
Leonardo B.
Jordi, espero no te moleste, pero con todo el placer del mundo me lo llevo a mi blog.
ResponderEliminarCómo me va a molestar, Ángel...
ResponderEliminarUn abrazo, J12
Y gracias!
ResponderEliminar