Se creyó alguien –¡al fin!–
cuando se vio citado fuera de contexto.
Es tu hogar cuando decides buscar
cualquier cosa, lo más nimio –un llavero, una linterna pequeña, un gorro contra
el frío–, y lo encuentras.
Escritores que no dejan de egolucionar…
Confirmar la sospecha. Ese miedo.
Esas hormigas blancas... son casi tan hermosas como las hormigas negras. O más, porque en su brevedad y blancura dejan ver entre las sombras.
ResponderEliminarAbrazo grande, querido amigo.