No me pegaré un
tiro
en la sien, ni me pegaré
un tiro
por la espalda, ni
me ahorcaré
con una bolsa de
basura, y si lo hago,
te prometo que no
será
en un coche de
policía con las esposas puestas
ni en la celda de
la comisaría de algún pueblo
cuyo nombre
conozco solamente
por tener que atravesarlo
para volver a
casa. Sí, puede que corra peligro,
pero te lo
prometo, confío en que los gusanos
que viven debajo
de los tablones
de mi casa harán
lo que tienen que hacer
al cadáver de un
animal más de lo que confío
en que un agente
de la ley del país
me cierre los ojos
como haría
un buen cristiano,
o me cubra con una sábana
tan limpia que hasta
mi madre
me arroparía con
ella. Cuando me mate, lo haré
como la mayoría de
los americanos,
te lo prometo: con
humo de tabaco
o atragantándome
con un trozo de carne
o tan arruinado
que me congelaré
en uno de esos
inviernos que insistimos
en llamar el peor.
Te prometo que si oyes
que he muerto cerca
de algún
policía, entonces es
que ese policía me mató. Me arrancó
de nosotros y abandonó
mi cuerpo, que es,
no importa lo que
nos hayan enseñado,
más grande que la indemnización
que una ciudad ofrece
para que una madre deje de llorar,
y más hermoso que
la bala reluciente
extraída de los
pliegues de mi cerebro.
el original, aquí.
Llevaba
un tiempo queriendo traducir y compartir este poema de Jericho Brown (Luisiana,
1976), «Bullet Points», que leí hace semanas, justo cuando se anunció que su
tercer libro, The Tradition, había ganado el premio Pulitzer de poesía
en su última edición (el ganador en 2019, por cierto, fue Forrest Gander, gran traductor de
nuestra poesía, por su libro Be With). Luego vino el asesinato de George
Floyd a manos de la policía en Minneapolis y todo se aceleró de repente. El
español –o mi español, al menos– nunca podrá recrear la frescura y la agilidad
de la lengua conversacional de Brown, pero con la ayuda de mi buen amigo el
escritor y traductor Lawrence Schimel creo que la cosa no anda muy descaminada. Hay un Vimeo un clip del poeta leyendo «Bullet Points» en público, y esa lectura es como
un blues rapeado, con una respiración lenta y arrastrada que constrasta, en parte,
con el ritmo vivo de las anáforas y la sintaxis.
El
propio Brown, hablando de este poema, ha dicho que «no surgió de un impulso de
protesta. Es un poema que hace de un sentimiento de desesperación que surge, a
su vez, de una circunstancia de mi vida. No quiero que nadie diga que me suicidé
si alguna vez soy detenido por la policía».
El
título original, por cierto, es un juego de palabras bastante intraducible.
Hemos mantenido la referencia a las «balas» porque es el elemento importante de
la expresión original, «Bullet points», literalmente: «puntos de bala», pero en
realidad «puntos de una lista, de un listado». Pero también podría traducirse,
tal vez, como «Verdades como balas» o «Versos a bocajarro». El jurado sigue reunido.
Versos certeros como balas, los suyos, y los tuyos al recrear los suyos.
ResponderEliminarAbrazo grande, Jordi.
Muy interesante, recién empiezo a leer a Brown. He visto que a los fines de compartirlo con estudiantes que no dominan el inglés, no hay muchas traducciones al español. Saludos desde Argentina.
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