Clive James, Fin de fiesta. Últimos poemas, edición y traducción de Luis Castellví Laukamp, Valencia, Editorial Pre-Textos, 2021, 160 págs.
Desconocido en España, el australiano Clive James (1939-2019) fue una celebridad en Inglaterra, su país adoptivo, primero como crítico de televisión para The Observer en la década de 1970, donde creó un estilo propio, culto y desenfadado; y luego como presentador en la BBC, donde destacó gracias a su inteligencia curiosa y su ironía risueña. Pero su pasión primera fue la literatura, y en concreto la poesía. Autor de novelas, letras de canciones, libros de viaje y de divulgación, se inició como autor de poemas épico-satíricos que retomaban el ejemplo de Swift o Alexander Pope. Y es que había algo decididamente dieciochesco, en el mejor sentido del término, en su relación con la escritura, que encaró sin prejuicios, con un dominio absoluto del oficio y la voluntad horaciana de «entretener y aleccionar».
Gran lector de Larkin, al que dedicó un libro ejemplar (Somewhere Becoming Rain), su poesía se fue haciendo más íntima y reflexiva con los años. En 2010, la enfermedad lo apartó de los focos y le permitió centrarse en la creación. De esa etapa datan dos libros señeros, Sentenced to Life (2015) e Injury Time (2017), que son los afluentes que nutren esta muestra de 41 poemas, modélicamente traducida por Luis Castellví Laukamp con rigor métrico y un oído impecable. Basta leer la elegía inicial, conmovedor homenaje al padre, enterrado en el cementerio de guerra Sai Wan de Hong Kong, o los poemas en que dialoga sin almíbar con su nieta, la pequeña Maia, o el tono estoico, lejos de todo patetismo, de sus soliloquios, para comprender que estamos ante un poeta genuino, en el que inteligencia y emoción van en todo momento de la mano. Así estas «lecciones de tinieblas», como él mismo las llama, que son también la ocasión para mirar atrás sin ira y hacerse perdonar sus errores: «Mi experiencia… Debí ser más amable. Es mi destino / reconocerlo tarde y a deshora». Una revelación.
Publicado originamente en La Lectura de El Mundo, 14 de enero de 2022.
Tomo nota. Gracias por traer siempre pequeñas pinceladas para seguir indigando.
ResponderEliminarAbrazo.