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Ir allí donde nadie había estado nunca.
El lugar de los lugares, decían.
Un fuego me quemó por dentro y no hubo tregua.
Tierras sin nadie, nubes errantes, algún árbol.
Seguí viaje hacia la frontera de mí mismo.
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5 comentarios:
Las fronteras están para traspasarlas, disfruta el viaje y cuéntanos acerca del "lugar de los lugares".
Un beso
Mil gracias, May. Bso, J12
Para mí, la frontera más infranqueable suele estar dentro de nosotros mismos y, cuando la franqueamos, se abre todo un mundo de posibilidades.
¿Cuál es esa linde, de qué se compone, es fácil reconocerla o podemos pasar por ella sin apenas reconocerla...sin reconocernos?
Inquietantes y bellas palabras, Jordi. Un abrazo.
Si lo supiéramos, Juan Antonio...
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