Mi amigo el poeta extremeño Álex Chico viene a
hacerme una entrevista; una conversación larga y llena de digresiones que su
grabadora registra fielmente.
Esa misma noche sueño con que estoy de excursión
con mi familia por los alrededores de una ciudad (¿Cáceres?) cuando se declara
un incendio; el sueño, de hecho, es una larga y sinuosa huida del fuego a
través de montes, cañadas y caminos improvisados; sé que las personas que huyen
conmigo son mi familia, pero no termino de conocerlos o reconocerlos bien. Todo
es confuso, pegajoso, la maleza invade el camino y la ropa no deja de
engancharse en las ramas, pero una certeza se abre paso hasta despertarme, no
sin un sobresalto: hablé demasiado.
4 comentarios:
¿Tú estás seguro? ¿No será un sueño eso de que hablaste demasiado?
Abrazo.
Hay veces en las que al hablar nos revelamos en exceso. Es posible que esa fuera una de esas ocasiones, Índigo. Y el sueño es la prueba.
En ese sueño del incendio, en Cáceres, quizás se haya colado algo de lo que no hace mucho, pero sí algún tiempo, contaba Moga en su blog sobre el incendio real de la zona extremeña que frecuenta (eso suponiendo que lo hubieras o hubieses leído). No sé por qué al leerte es lo primero que se me ha venido a las, como se decía curiosamente antes, mientes. ¿Dónde podremos leer esa entrevista? El sueño seguro que será tierra abonada para algún poema futuro, este sí rescatado del silencio, quizás como todos lo poemas que acaban mereciendo la pena.
Pues es muy probable, querido Alfredo, aunque el sueño data de diciembre y el incendio había tenido lugar meses antes, en verano... Pero quizá quedó un eco, una brasa recalcitrante, y el encuentro con Alex lo revivió. La entrevista verá la luz en "Quimera", supongo que en junio o julio. No hay prisa. Nos salió un texto bastante extenso al que hubo que meterle tijera. Abrazo, y gracias como siempre por tu lectura. J12
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