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El agua de los barrenderos, oscura y lenguaraz sobre la calle recocida. Un alivio, una tregua en el aire. Umbría. Pensar en la palabra y sentir cómo prende en la piel, cómo lava los ojos. La sangre es verdinegra. La sangre es clara como el agua que sube del asfalto y prolonga la noche. Si no sabes adónde vas, cualquier camino es bueno. Si no sabes. Una esponja contra la cara. Mangueras manirrotas, una voz que interpela sin esperar respuesta. El santo y seña de la madrugada.
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"El presupuesto del Programa Sur equivale al viaje de un funcionario que
viaja a Miami con una comitiva para buscar un premio"
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Foto: FABIÁN MARELLI
El pasado 24 de abril, en el marco de una extensa nota referida a los días
previos a la apertura de la Feria del Libro de Buenos Ai...
Hace 10 horas
6 comentarios:
La ciudad también es un cuerpo y se duele y lamenta.
Umbría exige sol, pero en días así la huella pegajosa sigue brillando hasta, como bien dices, las altas horas. Y hablando de santo y seña..., se me ocurre lo obvio (!): (pero)¡quién vive?, como se decía al final de Blade Runner, cuya atmósfera he visto reflejarse en este apunte agudo, refrescante, alertador.
El agua de los barrenderos, con sus mangueras, oscura y lenguaraz sobre la calle recocida. Un alivio, apenas pensado, una tregua en el aire, donde se palpitaba infierno. Umbría, azúcar. Pensar en la palabra y sentir cómo prende en la piel, cómo lava los ojos, cómo besa los labios. La sangre es verdinegra. La sangre es clara como el agua que sube del asfalto y prolonga esta noche de escorbuto. Si no sabes adónde vas, cualquier camino es bueno. Gato. Si no sabes... Una esponja contra la cara. Mangueras manirrotas, una voz que interpela sin esperar respuesta. El santo y seña de la madrugada. Adiós.
El agua de los barrenderos, con sus mangueras, oscura y lenguaraz sobre la calle recocida. Un alivio, apenas pensado, una tregua en el aire, donde se palpitaba infierno. Umbría, azúcar. Pensar en la palabra y sentir cómo prende en la piel, cómo lava los ojos, cómo besa los labios. La sangre es verdinegra. La sangre es clara como el agua que sube del asfalto y prolonga esta noche de escorbuto. Si no sabes adónde vas, cualquier camino es bueno. Gato. Si no sabes... Una esponja contra la cara. Mangueras manirrotas, una voz que interpela sin esperar respuesta. El santo y seña de la madrugada. Adiós.
Era de Kino, please.
Un apunte callejero girondiano.
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