martes, abril 26, 2011

otra vez

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No hay remedio. Cada vez que alguien alega o lo reduce todo a una cuestión de principios, ya sé que la discusión está llegando a su final.

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8 comentarios:

ÍndigoHorizonte dijo...

¿Seguro que está llegando a su fin? Hay veces que los principios se tambalean...

Jordi Doce dijo...

No creas, la mayoría están plantados en cemento. Y si se tambalean, lo hacen más tarde, cuando uno está a solas y el orgullo/amor propio esta durmiendo.

Tomás Rivero dijo...

Es que los principios son muy importantes. Los finales se reducen a esa perdida. Si, al fin y al cabo se trata de tener, de poseer, de jerarquía. De poder. La discusión en este caso queda relegada a un plano, no secundario, pero sí efímero: morirá lentamente por esa amenaza de "principios" que nunca serán puestos en entredicho. En esa lentitud se trata y se trataba de ganar tiempo.

El Trapecista Tracio dijo...

Yo lo zanjo así.
Estos son mis principios. Si no le gustan,NO tengo otros.
Siempre funciona.

Tomás Rivero dijo...

Los finales se reducen a esa pérdida. Sí,...

Fatales las faltas de ortografía. Perdón.

Elías dijo...

Sí, Jordi, cuánta razón tienes.
Y lo peor es que la discusión, no siempre acaba de manera pacífica.

Abrazo.

El Trapecista Tracio dijo...

No se disculpe Señor Rivero.
No le hemos detectado ninguna falta de ortografía.

Postdata:Sin ánimo de discutir.

Tomás Rivero dijo...

Hay gente rara, señor Trapecista, muy rara. Son tocapelotas.
Su posdata se la podía haber ahorrado, era la provocación perfecta para esta respuesta mía. Sobre todo teniendo en cuenta que sufro manías de persecución debido a los cuarenta años de franquismo: me seguía la social. Y estoy susceptible desde entonces.
Con todos los ánimos para seguir la discusión, le mojo la oreja.