lunes, diciembre 02, 2013

a fiver



augusto de campos / vivavaia


Cuando todos tenemos opiniones, nadie comprende nada.


¡Cuánta obediencia! Siempre responde a quien pregunta.


Ese momento en que la frase se revuelve y te clava su aguijón por la espalda.


Allí, si nadie te mira a los ojos al menos una vez al día, mueres.


Máscaras que se ajustan a la perfección, hechas con todo lo que uno ha callado.

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