Esta tarde, mientras la luz recorre
con imposible lentitud el huerto
y yo me giro, inquisitiva,
mi mano entre tu mano,
mis ojos buscando un sentido
a las nubes que oprimen
el vasto escenario del cielo,
¿aceptarás conmigo ese sendero
que existe solo cuando lo pisamos,
esa casa que respira a la vida
solo cuando se la comparte,
esa jarra de vino
que se llena cuando bebemos?
Traduje
este breve poema de Heather Buck (1926-2004) hace como quince años, poco después de leerlo
en el que sería, a la postre, su último libro. El título era simbólico y
premonitorio: Waiting for the Ferry (1998);
donde «ferry» remite, como es obvio, a la barca de Caronte.
Poco he llegado a saber de su autora. Colaboraba
habitualmente en Agenda, la revista fundada
y dirigida por William Cookson, y había publicado en la editorial de la revista
un lúcido estudio sobre la via negativa
como fuente de afirmación en los Cuatro Cuartetos
de Eliot. Waiting for the Ferry era su
cuarto libro de poemas y lo editó Anvil Press, en cuya página web he encontrado
los únicos datos biográficos de que dispongo: Heather Buck nació en Kent in
1926. Comenzó a escribir en 1966 tras someterse a un análisis jungiano. Vivió
en Lavenham, Suffolk y murió en 2004.
La
referencia a Jung no es casual: la poesía de Buck es clara, incluso
sencilla –con la desnudez diamantina de ciertas imágenes y símbolos arquetípicos–, y tiene la sequedad, el toque inexorable, de quien ha pensado mucho
lo que quiere decir y no se anda con rodeos al decirlo. Pero es también una
poesía humilde, llena de empatía imaginativa, capaz de levantar los velos del
mundo y ver lo que allí se esconde. «La propuesta» (originalmente «The Proposal»)
parece un poema sin aristas y sin embargo me ha llevado todos estos años dar con
una versión satisfactoria. Quizá mi error fue que inicialmente opté por un ejercicio de reescritura
libre que a punto estuvo de aparecer en mi libro Gran angular. Un error de soberbia: ninguna libertad que yo
pudiera tomarme podía mejorar el poema o hacerlo más nítido, más rotundo.
Después
de volver sobre él y hacer algunos ajustes, lo comparto en esta bitácora a modo
de felicitación navideña. El año ha sido largo y duro y se cierra con presagios
muy negros sobre el futuro de nuestras libertades y nuestra salud democrática. Ojalá 2014 nos depare al menos alguna satisfacción colectiva, que buena falta
nos hace. Entretanto, no sin una mezcla de rabia y hartazgo (también de esperanza), os deseo a todos muy feliz Navidad.
The Proposal
This evening, as the light dawdles
impossibly slow in the orchard
and I turn and question you,
my hand linked to yours,
my eyes trying to spell out
the meaning of clouds
humped over a vast arena of sky,
will you acquiesce in a path
that exists only by treading,
in a house that is breathed
into life only by sharing,
in a jug full of wine
replenished by drinking?
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