Es amable y locuaz, se explaya
con detalle y voz atropellada sobre cada paso de la gestión, dice esto y
aquello, aclara el porqué de sus decisiones, en resumen: no para de hablar. Uno
espera que el simple trámite de enviar unos sobres por correo termine cuanto
antes, pero se ve aguantando a pie firme una crónica minuciosa de las entrañas del
servicio postal. Debe creer que así da más empaque a su tarea, o que transmite la
seguridad de un profesional, pero no entiende que tanta explicación sólo despierta recelos e impaciencias. Me gustaría hablar con él de otras
cosas, hacer alguna broma, y no esta retransmisión en directo de su labor. Soy
injusto, lo sé, y esto es quizá lo que menos le perdono: que su cháchara inofensiva
me vuelve mezquino.
"El presupuesto del Programa Sur equivale al viaje de un funcionario que
viaja a Miami con una comitiva para buscar un premio"
-
Foto: FABIÁN MARELLI
El pasado 24 de abril, en el marco de una extensa nota referida a los días
previos a la apertura de la Feria del Libro de Buenos Ai...
Hace 45 minutos
1 comentario:
Irónicamente divertido.
Publicar un comentario