lunes, noviembre 24, 2008

algunos pájaros de charles reznikoff


Siempre que mi hermana ensayaba
cierta obra para piano
y llegaba a cierto pasaje
–no muy bueno, en su opinión–
un pájaro volaba hasta el alféizar
y entonaba unas pocas notas.

El pájaro debe haber oído
lo que el intérprete,
y tal vez incluso el compositor,
no oyeron; y recuerdo un dicho hindú:
una obra de arte tiene muchos rostros.

*

Por favor, no subestimes al estornino:
no tiene las hermosas alas del arrendajo;
y su canto,
por decirlo amablemente,
no es desde luego digno de elogio.
Pero las cosas le han ido bien,
su número crece,
y ha tomado posesión de algunos de los edificios más elegantes de la ciudad
para alojarse.

*

La hermosura del grajo azul
mientras vuela de rama en rama.
¡Pero sus gritos!

*

No debes suponer
que todos los que viven en la Quinta Avenida
son felices: he oído a las gaviotas chillar
desde el depósito de agua de Central Park.

*

La gaviota moribunda,
sola sobre una roca:
incapaz de volar, extiende sus alas
y levanta la cabeza
–de tanto en tanto–
con un grito agudo.

*

El pico del gorrión palmea al escarabajo
y éste echa a zumbar ruidosamente
como si el pájaro hubiera puesto en marcha un despertador.

El escarabajo vuela por el aire
en una serie de torpes volteretas
y el gorrión le sigue con elegancia.

*

Un bosquecillo de árboles diminutos, ramas cargadas de bayas,
y, en su interior, el gorjeo constante de los pájaros.
De los árboles del parque, en este día frío y ventoso,
a falta de hojas
cuelgan papeles: tiras de papel sucio.

*

¡Escuchad!
La sirena del coche de policía,
y esa otra, la de los bomberos.
También nuestra ciudad tiene sus pájaros nativos.

*

Ha llovido toda la noche
pero el parque está hermoso
esta mañana de primavera.
Excepto, supongo, por la lombriz que un tordo acaba de desenterrar
de un recuadro de tierra húmeda
y está cortando en pequeños trozos
con su pico afilado.


Charles Reznikoff (1894-1976)

Trad. J.D.

6 comentarios:

Abdul Alhazred dijo...

Hola, Jordi.

Algún tipo de pliegue estelar ha ocurrido y he llegado a tu blog, lo que me ha supuesto una grata sorpresa. En mis estanterías hay un par de traducciones tuyas (Cuervo, de Hughes, que se ha convertido en libro de cabecera, y los Himnos de Mercia, a los que llegué por Julián, antiguo profesor y co-guía en el tortuoso mundo de la tesis doctoral).

Dando saltos, llegué aquí. No tenía ni idea de que tenías blog, pero pasas a favoritos de inmediato. Un cordial saludo desde los Sueños en la casa de la bruja,

Juanlu

Luna Miguel dijo...

me encantan los bosquecillos y la lluvia.


hoy llueve

Esther Cabrales dijo...

Ayer volví al poemario de un escritor, poeta y crítico que me entusiama, Juan Malpartida. El poemario se llama A favor del tiempo. Lo abrí al azar y apareció el poema La piedra. El poema está dedicado a Jordi Doce :-)

Esther Cabrales dijo...

No era La piedra, sino Piedra.

Jordi Doce dijo...

Hola, Abdul, te respondo con mucho retraso. Mil disculpas. Me alegra mucho verte por aquí, y que sea, en parte, por intermediación de Julián, estupendo profesor y crítico y buen amigo. Me paso a visitar tu casa de la bruja sin falta. Lo de "Cuervo" me anima mucho: fue mi primera traducción, tardó años en encontrar editor y ahora está descatalogada. Es un libro que ha despertado reacciones muy polarizadas. He colgado un poema de Hughes, "Widdop", en respuesta a tu mensale. Abrazo, J12

Jordi Doce dijo...

Hola, Esther, sí, "Piedra" es un estupendo poema de Juan que escribió allá por el 2000, creo--estaba muy reciente aún la primera guerra de los Balcanes, y el poema alude a esa tragedia pero insertándola en un contexto más universal. Fue un honor que me lo dedicara. Si te interesa, y no lo tienes, a principios de año vio la luz una amplia muestra de los poemas de Juan en Fondo de Cultura Económica, "A favor del tiempo". Un abrazo, J12