miércoles, agosto 19, 2009

para vivir

Sentado en un rincón de su cocktelería, el escritor José Luis García Herrera ha tenido la gentileza de acordarse de un viejo poema de Otras lunas. Mil gracias, José Luis. La fe en lo que uno lleva escrito suele resentirse con los años, pero el amparo de los amigos lo hace todo más fácil.

2 comentarios:

Juan Manuel Macías dijo...

"...quietud de lo que nunca vive o muere / pues nunca tuvo nombre." Con versos así la fe ha de ser forzosamente inquebrantable, digo. Gracias a ti, una vez más, por el poema. Y a J. L. García Herrera por recordar(nos)lo.
Abrazo.

Jordi Doce dijo...

Mil gracias, Juan Manuel. Como siempre, tu generosidad es impagable. Abrazo, J12