Son
tres y hablan a voces, salpicando el diálogo con insultos cariñosos mientras esperan
al pie de un cruce. De pronto, oímos a uno decir: «En Madrid, ahora, los
saurios se venden como caramelos». Por su mezcla perfecta de disparate y sequedad realista, la frase nos recuerda esta otra que oyó por azar un amigo poeta: «En
Madrid es más fácil conseguir un león que un enano».
En el aula causal
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- *Profesor*: ¿Por qué y para qué estudiar, por qué es mejor aprender que
ignorar?, preguntáis ... Esta es mi respuesta:
El ser humano es el animal qu...
Hace 7 minutos
1 comentario:
Pasear, escuchando a los viandantes y dejando a un lado los cascos, tiene sus recompensas.
Abrazo, J.
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