lunes, diciembre 28, 2009

diciembre

Ese momento de la tarde de invierno cuando los coches ya han encendido sus faros pero no arde aún la llama del alumbrado, ese momento entre el gris llovido de las aceras y las luces de los escaparates cuando regresa, ése es su momento. Cuando nadie le espera en casa, sólo recuerdos de otros inviernos, fantasmas familiares. Cuando nada le espera sino su propio aliento, la voz entre los ojos.

5 comentarios:

Régulo Hernández dijo...

Amigo Jordi, también yo estoy teniendo ahora, que estoy pasando unos días en Madrid, la misma sensación. Abrazos.

Jordi Doce dijo...

Hola, Régulo, qué alegría saberte por Madrid! Lástima que yo ahora esté en el norte. Abrazo, y muy feliz 2010, J12

laura dijo...

Por lo que le he leído, creo que ahí tiene usted un buen título para algún libro o sección: "la voz entre los ojos"

Alfredo J Ramos dijo...

Habrá que seguir buscando la forma de tener la luz entre los ojos. Feliz 2010, Jordi.

Jordi Doce dijo...

Es posible que sí, Laura, en efecto. Podría ser un buen título, lo pensaré.

A todos, desde aquí, mil gracias por vuestra lectura cómplice y un muy feliz 2010, que el nuevo año os conceda muchas alegrías. Un abrazo, J12