Hay varias razones para colgar el poema que Seamus Heaney le dedicó al poeta polaco Zbigniew Herbert en su penúltimo libro, Electric Light. La primera, y más evidente: la presencia de Heaney en Madrid este mismo jueves (no diréis que no insisto, pero la ocasión bien lo merece). También quería celebrar la aparición del primer libro de ensayos de Herbert en español (Naturaleza muerta con brida, El Acantilado, 2008) y agradecer a Xavier Farré su hermosa traducción, a la espera de poder leer Un bárbaro en el jardín (dice Xavier que saldrá este año). Por último, hace unos días, en el taller de Hotel Kafka, leímos y comentamos uno de los grandes poemas de la primera época de Herbert, «Piedra» («La piedra es la criatura / perfecta // igual a sí misma, / vigilante de sus fronteras…»), una especie de teogonía negativa que dice más que muchos tratados de historia sobre la atmósfera espiritual de la Europa de posguerra. Cruces y coincidencias (o no tanto) que pedían, exigían casi, la cita íntegra de estos versos.
Para la sombra de Zbigniew Herbert
Tú fuiste uno de aquellos, a espaldas del viento del norte,
a quienes Apolo favorecía con su visita
en la estación helada. Y entre tu gente tú
eras nombrado heraldo cada vez que partía
y la tierra callaba y la promesa del verano se frustraba.
Aprendiste a tocar su lira y la mantuviste afinada.
Trad. J.D.
HÁBITOS DE SENECTUD
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*Palabras en vuelo*
Fotografía
*de*
*Adela Sánchez Santana*
MEDIANOCHE
Mi cuerpo envejecía indiferente
y adquirió el hábito de la senectud.
Sentaba su c...
Hace 3 horas
4 comentarios:
Enhorabuena por la lectura (y gracias por traer a Heaney).
Eso sí, hay que buscarle sillas más cómodas al Círculo...
¡gracias por traerle¡
¡Y por el regalo :-)¡
Gracias a vosotros por vuestra presencia. Sí, lo de las sillas es un problema. Esperaremos al próximo presupuesto. Un abrazo, J12
Jordi,
Muchas gracias por el comentario sobre la traducción del libro de Herbert. Felicidades por el poema y por el blog. Ha sido toda una delicia poder seguir la visita de Heaney casi día a día desde aquí.
Un abrazo
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