Escribe páginas y más páginas, y el libro verdadero corre tras él con la lengua fuera, incapaz de alcanzarle.
*
Esa extraña y hasta insensata metamorfosis que convierte el camino de cabras de la escritura en una autopista para la lectura.
*
Críticos que muerden monedas para comprobar si son de buena ley. Pero muchos actúan como si las estuvieran acuñando.
*
Palabras-patrulla, que salen de noche y traspasan en secreto la línea de los dientes, reconociendo el terreno. Dejan el campamento al cuidado de los sueños.
*
Un libro no está vivo por estar lleno de cosas vivas. También las pelucas se hacían con cabello natural. Era genuino, pero había sido trasplantado.
2 comentarios:
De lo mejor que he leído por la blogoteca.
Nada sobra en estos aforismos.
Un abrazo
Mil gracias, Bruno. Un abrazo, J12
Publicar un comentario