sábado, junio 13, 2009

plegaria invertida

En Alicante, el dueño de una panificadora apaga el sistema de seguridad de su planta para acelerar la producción, y cuando uno de sus trabajadores, un inmigrante sin los papeles en regla, pierde el brazo en un accidente, decide arrojar el miembro amputado a un contenedor de basura y abandonar furtivamente al trabajador a la puerta del hospital; las cámaras se han personado sin demora y hemos podido ver hasta la extenuación el rostro y el brazo amputado del trabajador; del rostro y el nombre del empresario (¿?), en cambio, no hay noticias. También en Alicante, una agencia de viajes se lucra organizando vuelos desde el norte de Europa y Estados Unidos para que lesbianas deseosas de tener hijos puedan recibir un tratamiento de fertilización aprovechándose de nuestra modernísima legislación; lo llaman «turismo reproductivo», y dos mujeres de pelo rubio oxigenado hablan con orgullo de su oferta en televisión. Si no en Alicante, muy cerca, un empresario afín al PP promete trabajo a un puñado de inmigrantes a cambio de asistir a un mitin electoral de su partido; luego se desdice y afirma no querer saber nada de sudacas, negros o moros, esos menos que nadie. Un poco más arriba, en Castellón, un presunto imputado por corrupción de mueca siniestra y sempiternas gafas de sol dice que el pueblo le absolverá en las elecciones, y los hechos le dan la razón (¿qué diablos pasa en la Comunidad Valenciana? ¿Es que todo les parece normal? ¿Es que quieren que todo lo sea?). Al otro lado de la costa levantina, el primer ministro (¿el dueño?) de Italia, cuyo rostro borroso comparece rodeado de azafatas televisivas en topless y el miembro en erección de un ex presidente checo, le da la razón sin saberlo al señor de las gafas oscuras. Y en Madrid, el presidente (¿el dueño?) de un equipo de fútbol paga (aclaremos que una parte es para el primer ministro de Italia) ciento sesenta millones de euros por dos jugadores a los que todo el mundo, no sé sabe bien por qué, llama cracks; esto se ve que le encanta a la gente, porque no se habla de otra cosa. Más abajo, en Andalucía, un ayuntamiento se declara en bancarrota y afirma no poder pagar a ninguno de sus trabajadores y proveedores hasta finales de año; si estuvieran en la costa, dice uno con la boca pequeña, la situación sería muy diferente, pero estando en el monte… Como epílogo bufonesco, el publicista que diseñó la campaña del PP, el partido que perdió las elecciones el año pasado, plagia en México un anuncio emitido por el PSOE, el partido que las ganó; este reconocimiento explícito de su fracaso no le impide seguir vendiendo sus servicios como publicista (es más, nadie podrá negarle que ha estudiado bien a la competencia).

Hegel decía que la lectura de los periódicos es «una especie de plegaria matinal realista del hombre moderno». ¿Realista? ¿A qué extraño dios oscuro estamos rezando para que debamos madrugarnos con estas perlas? ¿Era ésta la modernidad prometida? Una de dos: o el mundo se ha convertido en un lugar mucho menos serio desde los tiempos de Hegel, o los periódicos alemanes de la época eran un subgénero de la literatura pastoril.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos días Jordi,

que gusto leerte enredado en la realidad, en la otra realidad quiero decir...

Abrazotes

E

Anónimo dijo...

Todos somos manifiestamente mejorables y peligrosamente empeorables. Hoy el Mare Nostrum y sus habitantes pululamos indecisos bajo un sol de justicia.


Abrazo

Moder

Antonio del Camino dijo...

Impecable exposición de toda la sinrazón que nos rodea. También Saramago

http://cuaderno.josesaramago.org/2009/06/12/cuerpo-de-dios/

ponía el dedo en la llaga, bajo otro prisma pero, a mi modo de ver, perfectamente compatible y complementario.

Ante todas estas realidades, me pregunto qué extraña pandemia se ha instalado en el corazón de los hombres para que el choriceo, la indecencia y la chulería sean materia tan común en tantos hombres, hasta el punto de pasarse por el forro los valores (se supone, humanos) más elementales.

Gracias, Jordi, por invitar a la reflexión.

Un cordial saludo.

Antonio

Jordi Doce dijo...

Gracias a vosotros por estar ahí. Ya dije en otro post, creo, que no quiero que los medios dicten, siquiera por reacción, los contenidos de esta página. Pero a veces no hay forma de evitarlo...

Abrazo, J12

Ramiro dijo...

Buena descripción del esperpento en que ha degenerado la España actual, cuyo devenir es una trágica farsa, de la vulgaridad y la injusticia que nos ahogan a diario. No sería mala idea, en estos tiempos, rescatar del olvido la frase de Unamuno y volver a decir que "nos duele España".

Óscar Santos Payán dijo...

Me ha gustado mucho tu artículo sobre la realidad actual de este país, que como decía uno de los personajes de Jardiel poncela, los españoles son goyescos, quijotesos y bandolerescos. El último adjetivo sería perfecto para estos políticos de Madrid y Valencia. Muy prosaico pero al fin y al cabo certero. Un abrazo fuerte

Ricardo Bada dijo...

Ay, Jordi, estas cosas son cosas de siempre, lo único que pasa es que ahora han encontrado su camino a los medios. Pero basta recordar el tango "Cambalache", que es de 1934 ó 35, para darse cuenta de que no hay nada nuevo bajo el sol, salvo la hinchazón inflacionaria.
¿Te acuerdas? Dice así:

Que el mundo fue y será una porquería,
ya lo se...
en el quinientos seis
y en el dos mil también.
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y dublés...
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldad insolente
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseaos...

Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor..
ignorante, sabio, chorro,
generoso o estafador
¡Todo es igual! ¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!
¡No hay aplazaos ni escalafón,
los inmorales nos han igualao!
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón...

¡Que falta de respeto,
que atropello a la razón!
¡Cualquiera es un señor!
¡Cualquiera es un ladrón!
Mezclao con Stavisky va Don Bosco
y «La Mignón»,
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida
y herida por un sable sin remache
ves llorar la Biblia
contra un calefón.

Siglo veinte, cambalache
problemático y febril
El que no llora, no mama,
y el que no afana es un gil.
¡Dale nomás! ¡Dale que va!
¡Que allá en el horno
nos vamo a encontrar!
¡No pienses más,
sentate a un lao!
Que a nadie importa
si naciste honrao.
Que es lo mismo el que labura
noche y día, como un buey
que el que vive de los otros,
que el que mata o el que cura
o está fuera de la ley.

Jordi Doce dijo...

Tienes toda la razón, Ricardo. Sin duda peco de ingenuidad. Realmente la entrada es un desahogo, y los desahogos, como sabes, no necesitan argumentaciones sutiles o saber que cualquier tiempo pasado fue igual de vil que el presente. El desahogo es un síntoma de que uno no se resigna, sigue sin acostumbrarse a ciertas cosas, y eso, a largo plazo, sospecho que es bueno. Abrazos a todos, y mil gracias por vuestra compañía. J12

Cassioppeaboreal dijo...

Pregunto (sin que sirva de consuelo): estás seguro que el periódico que leías no era de Argentina, estimado Jordi?
Un abrazo desde el Sur,
Gabriela.