Frases muy particulares que no sólo valen menos fuera de su contexto original, sino que pierden todo su valor en otras bocas: están asociadas a sus dueños como el pétalo a la flor. Decirlas es un pecado de nuevo rico, la demostración más palpable de que no se ha entendido nada.
*
Palabras que abandonan su lugar en la frase y vagan, como gatos raídos o viejos elefantes, buscando un lugar tranquilo donde caerse muertas.
"El presupuesto del Programa Sur equivale al viaje de un funcionario que
viaja a Miami con una comitiva para buscar un premio"
-
Foto: FABIÁN MARELLI
El pasado 24 de abril, en el marco de una extensa nota referida a los días
previos a la apertura de la Feria del Libro de Buenos Ai...
Hace 16 horas
1 comentario:
¡Caray! Te gusta romper la tranquilidad, ¿no?
Publicar un comentario