Cuentos del hada jubilada (octogésimo quinto)
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Nada hay que deje un poso tan agridulce como la jornada de hoy. Una no se
acostumbra a que llegue como un día sin más, por sorpresa. Aunque parezca
abult...
Hace 29 segundos
2 comentarios:
Sorprende la capacidad de algunas mujeres para ser felices. Es la costumbre de cuidar al otro: al hijo, al marido, al nieto, al perro, a la figura de porcelana recuerdo del vernaneo, a la casa. Vivir para otros.
Precioso texto.
Un saludo.
Sí, vidas volcadas en los demás, cierta inconsciencia y a la vez cierto dolor asociado a esa entrega... Gracias, Olga. Saludos; J12
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