domingo, diciembre 14, 2008

fábula doméstica

Han dejado de hablarse. No quieren que el otro empiece a mentir.

3 comentarios:

Luna Miguel dijo...

es muy triste.

Marisa Peña dijo...

El silencio suele ser la antesala de la despedida... Breve y hermoso.
Y , como bien dice Luna, triste.

Jordi Doce dijo...

Triste, desde luego, pero al menos no se han perdido el respeto: no quieren que el otro se rebaje a mentir...