jueves, diciembre 11, 2008

una página, un jardín


Un repentino florecer de caracteres,

De signos vivos, surgidos de la nada
Charles Tomlinson



Manchas, bosquejos, nubes negras
en tu cielo de calígrafo,

y de pronto la lluvia sobre el jardín de musgo,
las piedras encendidas junto al estanque:

gris contra gris en la seda pintada.
En esta calma de humedades o inminencias

late la tinta incisa: una rapaz que se abate
y acobarda las aguas con sus tercos talones.

Esquejes, trazos foscos,
signos de savia que retoñan hasta extenuarse.

Pisas las baldosas humildes
y otro suelo cede, ni aquí ni allá,

entre dos mundos que se enlazan
en la punta de los dedos.

Vendrá la bruma enemiga, borradora,
pero no aún.

Entretanto pintas, no pintas,
miras los pinos desperezarse, tan cerca.

5 comentarios:

Luna Miguel dijo...

es precioso jordi







es triste
como esta tarde

Jordi Doce dijo...

Sí, supongo que las tardes se están poniendo tristonas. Los minutos de luz son menos cada día. A partir de enero la cosa irá mejorando. Gracias por tus palabras, Luna. Beso.

Óscar Santos Payán dijo...

Haces potente y elegante a la naturaleza en tu poesía. Se convierte en un personaje que devora la página.

Jordi Doce dijo...

Gracias, Óscar. Hoy la lluvia cae hasta borrar la tinta, el dibujo, la hoja misma.

Anónimo dijo...

"El gato iba de un lugar a otro,
la luna daba vueltas como un trompo,
y el paciente más cercano a la luna,
ese gato furtivo,
miraba hacia arriba (...)

Corre sobre la hierba, Minnaloushe,
levantando sus patas delicadas.

¿Bailas acaso Minnaloushe?
Cuando dos seres afines se encuentran,
¿Qué mejor que bailar? "

Para tu colección, aunque quizá ya lo tengas,J. Drakkar.

Kay .