Oigo un ruido de pasos
en la gravilla helada,
un chasquido vital y meridiano
que acucia en mis omóplatos.
Miro atrás, miro en torno,
y nada,
sólo el ruido de nuevo,
y nada.
(Arriba pasa el viento).
Sólo
son las hojas que caen,
este morir incandescente de las hojas.
"El presupuesto del Programa Sur equivale al viaje de un funcionario que
viaja a Miami con una comitiva para buscar un premio"
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Foto: FABIÁN MARELLI
El pasado 24 de abril, en el marco de una extensa nota referida a los días
previos a la apertura de la Feria del Libro de Buenos Ai...
Hace 6 horas
2 comentarios:
En ese instante detenido en tu poema me parece estar pisando las hojas del camino, que, al igual que tus versos caen con su "morir incandescente". Muy bello. Un abrazo
Gracias, Marisa. Qué bien que sigas viniendo por aquí. Abrazo.
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