jueves, octubre 23, 2008
unas líneas de northrop frye
Otelo no era más que una farsa sangrienta según los criterios teatrales del sagaz y erudito Thomas Rymer. Rymer tenía toda la razón, dentro del límite impuesto por sus criterios; es como la gente que dice que Blake estaba loco. Uno no puede refutarlos; uno simplemente pierde interés en su concepción de la cordura... Me pregunto si estamos ante juicios críticos o, por el contrario, ante simples aberraciones de la historia del gusto.
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