lunes, octubre 15, 2018

visto / oído


Ni devolver el golpe ni poner la otra mejilla; basta con apartarse.



El adolescente que va por la calle con sus padres. Lo que tiene de guapo lo ha heredado claramente de su madre. Si tuviera un padre bien parecido podría ser incluso modelo. ¿Lo intuye al mirarse en el espejo? ¿Hará comparaciones? ¿Habrá empezado a odiar un poco a su padre sin darse cuenta?



En la sala de espera de radiología: «Ay, hija, el oído lo tengo más fino que el coral…».

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