jueves, junio 09, 2022

una onda expansiva de palabras

 

 

Ernesto García López, Hospital del aire, prólogo de Diego Sánchez Aguilar, Barcelona, Candaya, 2022, 222 págs.

 

 

El escritor y antropólogo madrileño Ernesto García López (Madrid, 1973) plantea en Hospital del aire un curioso artefacto: un libro de poesía en el que lo estrictamente poemático debe convivir con otras formas de escritura, como la crónica, el collage periodístico o incluso el diario personal. La raíz del libro está en el trágico accidente aéreo que tuvo lugar el 27 de noviembre de 1983 en Barajas. Uno de los aviones de Avianca que cubría la ruta Fráncfort-Bogotá se estrelló causando 81 muertos y 11 heridos. Entre las víctimas figuraron la pianista Rosa Sabater y los escritores Marta Traba, Jorge Ibargüengoitia, Manuel Scorza y Ángel Rama, invitados por el gobierno colombiano para asistir al Primer Encuentro de la Cultura Hispanoamericana.

 

Las cinco partes del libro proponen otros tantos itinerarios de lectura, según nos mostremos más o menos fieles al designio de su autor. El verso tiene la fuerza y entidad suficientes para componer un libro autónomo, pero García López ha optado por entremezclarlo con notas y recortes de la crónica periodística para crear un efecto dramático, de contraste: si el verso da voz –ficticia, claro– a las víctimas, la prosa ofrece los datos mostrencos, el contexto inmediato de la tragedia.

 

Este dar voz a las víctimas cobra una respiración más ancha en «Caja negra», centro magmático donde el libro se desborda para convertir a Rama, Scorza, Traba, etc. en máscaras o correlatos del yo: «lenguaje», «escritura», «poema», «música» y «palabras» son puestos bajo la lente de una conciencia alerta que mide la extensión del dolor, el carácter inasible del pasado o la capacidad propia de la poesía para abrirse a lo que no tiene nombre: «instantes negros / metidos / en cada palabra».

 

El libro se cierra con un Diario de escritura en el que García López da cuenta no solo de sus lecturas o intereses, sino también de los miedos y perplejidades que le suscita el libro, para el que quisiera un lenguaje a la vez «descarnado y lírico». Lo consigue.

 

 

Publicado originalmente en La Lectura de El Mundo, 20 de mayo de 2022.

 

 


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