The rain in Spain stays mainly in the plain.
Pygmalion / My Fair Lady
La lluvia, en España, siempre me ha parecido una bendición muy particular. También una modesta venganza de las alturas por nuestra incapacidad para mantener la boca cerrada. En nuestras ciudades, al menos, parece la única manera de conseguir algo de silencio y recogimiento, ese poco de calma que nos permite olvidarnos un instante del mundo y sus interferencias. Sólo la extenuación africana de una calle durante una sobremesa de julio resulta comparable; también más difícil de soportar. Y es que el silencio de la lluvia es rítmico, crepita como un fuego en la chimenea, sabe colar su frescura insolente y productiva por entre las hojas cerradas de la ventana, como las raíces de una selva que, pese a todo, quiere iluminarnos.
1 comentario:
Esta mañana veía las gotas de lluvia en el parabrisas del coche y pensé en la calidez de la lluvia y el placer de quedarse en casa, tranquilamente, arropada por la calidez de cada gota de lluvia que se estrellaba contra el cristal. Y soñé con este fin de semana, lluvioso y cálido, with a nice cup of tea, y un poco de silencio para aderezarlo. Sometimes I like the rain.
Publicar un comentario