Álvaro Valverde escribe por extenso, y por profundo, sobre la antología de John Burnside que acaba de ver la luz en Pre-Textos. No sólo consigue reunir en las mismas líneas a Aníbal Núñez, Adam Zagajewski y Arthur Terry, sino que resume con emocionante perspicacia las líneas maestras de la poesía de Burnside. Gracias, caro. Es un honor contar con amigos y lectores así, generosos y alertas, que siempre esperan con interés lo que uno quiere compartir con ellos. Para celebrarlo, ahí va otra miniatura del poeta escocés; un poema de su primera época, la huella verbal de una epifanía que, en su caso, suele tener lugar en invierno, bajo la luz más tenue del frío.
Ocho
de la mañana, cerca de Chilworth
Algo
ha cruzado la campiña,
una
serie de huellas de garras
llenándose
de agua color ciruela;
las estaciones se suceden durante
millas:
una sola blancura enhebrándose al
sol;
allá en el bosque
los zorzales cantores hacen
temblar la nieve
sobre los avellanos, y la mancha
que deja
la raposa es un eco de las
fábulas
que los niños se cuentan al
regresar a casa:
incrédulos a medias, deslizando
los dedos por el vidrio,
duplicando cada copo de nieve con
su brillo interior.
trad. J. D.
3 comentarios:
Límpida. Sutil. Me asombra su sencillez. Un abrazo grande, J.
El sábado desayuné leyendo esta entrada y el poema que la acompaña; por la tarde ya tenía el libro entre mis manos. Gracias por descubrirme a ese gran poeta. He leído poco aún porque me gusta hacerlo con calma y meditando, cada poema es como esa gota, líquida para mente...
Carlos
¿Este poema aparece en el libro? Sólo por este poema ya merecería la pena comprárselo. Me imagino la fiesta de leer el conjunto.
Salud,
CGO
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