Ve con calma. A la verdad no le conviene tanto entusiasmo…
Bebo sin vivir en mí.
Las palabras eran sus mascotas. Les restregaba el lomo y respiraban satisfechas a su lado, semidormidas. Cada mañana y cada noche debía recoger sus excrementos.
No hay mesa donde se apoyara para escribir que no acabara coja.
Sólo aceptaba besos si venían seguidos de una traición.
3 comentarios:
Genial el aforismo "Bebo sin vivir en mí", me recuerda el de Pessoa, referido a la famosa forografía del lisboeta en un bar del Chiado:"Pillado en flagrante delitro". Un abrazo.
Fantásticos, todos.
Gracias a los dos, amigos. Qué bien teneros ahí. Un abrazo, J12
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