El escritor Álex Chico pasó por casa hace
unos meses, creo que hacia mediados de diciembre, y me interrogó largo y
tendido delante de una grabadora. El resultado, después de pasar por el filtro
de la transcripción, la edición sintética y hasta un poquito de reescritura, ve
la luz en el número doble de verano de la revista Quimera (el título, «El poema es un apagar el mundo
para encender la memoria», es en realidad una variación sobre un viejo verso de mi libro Lección de permanencia). A punto estuvo
de perderse (la entrevista, aclaro), porque esa misma noche Álex se dejó la
mochila con sus libros, cuaderno y grabadora en el maletero de un taxi. No diré
cómo logró recuperarla, porque eso lo cuenta él mismo con mucha gracia en la
introducción de nuestra charla. Por lo demás, me alegra coincidir en sus
páginas con las entrevistas a Jordi Gracia, Érika Martínez y Francisco Fuster,
y con los poemas inéditos de Ana Gorría, entre otros contenidos de un número
más que recomendable. La existencia de Quimera tiene mucho de milagroso, pero esa renovación periódica en manos de gente joven llena de ideas y entusiasmo ha sido como un seguro de vida: para empezar, ha evitado su anquilosamiento y permite que siga siendo un buen observatorio crítico desde el que mirar el presente, el aquí y ahora, de la creación literaria.
Opening the House of Labor
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On Wednesday, June 11, just a few days before Father’s Day, two sisters
named Jaslyn and Kimberly found themselves in the parking lot of a car wash
in Culv...
Hace 9 horas
1 comentario:
Enhorabuena. Abrazo
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