And then the lighting of the lamps… Ese momento, en
la tarde de mediados de diciembre, en que vemos encenderse las farolas de la
calle. Previsible, tal vez, pero inesperado. Los ojos se han ido habituando a
la penumbra y al amarillo seco y sin vida de las hojas, y todo es del color
indistinto del cielo, de las fachadas, de la piedra mordida por el frío. (Parece
que esta noche lloverá). Vamos hablando de cualquier cosa y de pronto, ante
nosotros, se enciende una farola, un parpadeo, luego la calle entera hasta
donde llega la vista. La sorpresa. Luego el alivio tranquilo de la iluminación,
como si nada. Y la noche va llegando, imantada por las luces como una polilla. Y
lo que no esperábamos ilumina lo que nos espera, el camino que falta. Todavía
es pronto para volver.
Aforismos del unicornio | 4
-
Lo existente naufraga continuamente en el sinsentido que lo sustenta. La
condena a la desaparición impide que fructifique una idea sobre lo que
acontece....
Hace 6 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario